Apenas llega el invierno con su frío glacial y ya empiezan las discusiones en la oficina, el taller, las aulas y guarderías. Dado que una alta densidad de personas en una habitación también provoca una alta concentración de dióxido de carbono (CO2) en el aire ambiente, durante la estación fría surge de nuevo la cuestión sobre la frecuencia con la que deben abrirse las ventanas para ventilar. En los últimos años, el debate sobre los intervalos de apertura ha estado dominado por el riesgo de infección de coronavirus. Y este año, es el elevado precio de la energía lo que saca a relucir de nuevo las disputas entre los partidarios de mantener las ventanas cerradas y quienes abogan por abrirlas. Pero aquí está Trotec con una propuesta que pone fin a la discusión: el monitor de calidad del aire y detector de CO2 BZ26. ¡Por fin disponible!

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