Los expertos en agricultura están seguros: el crecimiento de la población provocará conflictos por la alimentación, la tierra y el agua si no logramos poner freno a la degeneración de la tierra. Según una previsión de las Naciones Unidas, en el año 2050 habrá casi diez mil millones de personas viviendo en la Tierra, tres cuartas partes en entornos urbanos. Como consecuencia, los centros urbanos siempre continúan expandiéndose y engullen valiosas tierras de labranza. Parar agravar más la situación, ya hay grandes partes de las superficies de cultivo para alimentos de todo el mundo contaminadas con sustancias nocivas orgánicas e inorgánicas y que se han perdido para la agricultura, o no se pueden utilizar para la agricultura a causa de las condiciones climáticas desfavorables. Por ejemplo, China: en torno a un quinto de las superficies cultivables de China están contaminadas con sustancias tóxicas. En los últimos años, esto ha provocado que la tierra para miles de millones de granos de soja se tuviera que importar de otros países para alimentar a su propia población.

Siga leyendo