«Abandonen el barco» y «Mujeres y niños primero»: Estos son las frases que todos conocemos de las películas en las que un barco se hunde. Aunque suene dramático, el proceso no es tan corto en caso de incendio en un crucero. Existen numerosas normas que se deben respetar en caso de emergencia en alta mar. Por ello, los miembros de la tripulación deben recibir una formación adecuada y completa. Es precisamente durante los ejercicios de evacuación, cuando los trabajadores deben actuar de forma rápida y con un dominio completo de la situación para salvar las vidas de los pasajeros y la suya propia. La mejor forma de saber cómo actuar en salas llenas de humo en un barco es hacerlo en primera persona. Para ello puede utilizar los simuladores de niebla, como el simulador de niebla y gas de humo FS200 de Trotec.
¡Aléjese del humo!
Aun cuando la navegación actual en alta mar sea particularmente segura gracias a la técnica y tecnología modernas, el personal y los pasajeros deben recibir instrucciones claras antes de comenzar la travesía sobre cómo comportarse correctamente en caso de emergencia. Y es que en un crucero un fuego es casi lo peor que puede suceder. No existe ninguna vía de escape, excepto la evacuación en los botes salvavidas. En estos casos, el humo es el mayor riesgo para la vida de las personas. Los pasillos estrechos, las escaleras, los conductos de ventilación y el aire acondicionado en funcionamiento, favorecen la rapidísima propagación de los humos tóxicos en todo el barco. El enorme calor acumulado también es un problema grave. Las temperaturas que se generan durante el incendio de un barco pueden provocar incluso orificios en las paredes de acero.
Lo primero que hay que hacer es poner a salvo a los pasajeros y a la tripulación, es decir, que suban a cubierta. Para que las personas reaccionen de forma tranquila, se adopten las medidas de seguridad adecuadas y sigan las instrucciones del personal con la templanza necesaria, se realizará un simulacro antes de comenzar la travesía. Un simulacro en el que deben participar todos los pasajeros. Las disposiciones internacionales redactadas bajo el liderazgo de las Naciones Unidas, también prescriben que la tripulación debe recibir formación adicional para saber qué hacer en caso de evacuación.
Lo importante para la tripulación de un buque es haber experimentado un caso de emergencia en condiciones reales. Un ejercicio de evacuación en salas llenas de humo debería ser la norma, porque solo así pueden aprender los miembros de una tripulación cómo se deben comportar cuando el humo se extiende bajo cubierta a una velocidad enorme. En un brevísimo espacio de tiempo, los estrechos pasillos están tan abarrotados de humo que la capa suele situarse a 30 cm del suelo.
Extensión de humo rápida
Para un ejercicio de este tipo lo mejor es utilizar el simulador de gas de humo y niebla FS200 de Trotec. Utilizando una turbina potente y la bomba de fluido regulable de forma continuada se produce humo blanco en cuestión de segundos. Así, en pocos minutos el área prevista está rodeada de una densa niebla, naturalmente totalmente inocua. Las condiciones de visibilidad son las mismas que las que reinan bajo cubierta en caso de incendio.
Para llevar a cabo un ejercicio de este tipo, el FS200 puede montarse sin problemas en cualquier lugar. ¡En pocos minutos! Gracias a las dimensiones compactas y al poco peso, el equipo puede transportarse y conectarse fácilmente. El acoplamiento de la potencia de la turbina, la calefacción y la bomba garantizan que durante unos minutos el caudal de humo espeso sea homogéneo, sin sobrecalentamiento. Solo de este modo, la tripulación puede concentrarse totalmente en el ejercicio y prepararse a conciencia para un caso real.