Si cuando se usa una estufa de leña de hierro o cerámica no se procura la humedad del aire necesaria en la vivienda, las consecuencias se hacen notar. El aire seco del ambiente seca rápidamente nuestras mucosas. En los ojos y la nariz se siente un picor desagradable. Algunas personas sufren de repente irritaciones de piel y sarpullidos.
Para disfrutar del encanto de la lumbre sin efectos secundarios es imprescindible humidificar el ambiente tan pronto como empieza a arder el fuego. Coloque un cuenco con agua sobre la estufa o chimenea. El agua se evapora y proporciona al aire una agradable humedad. También puede proteger adicionalmente las mucosas y la piel bebiendo la suficiente cantidad de agua. Para ello recomendamos agua fresca y saludable, conservada con un cartucho SecoSan de Trotec.
Fuego y confort
En otoño y sobre todo en invierno, aunque también en primavera, nos gusta encender nuestras chimeneas y estufas de leña para hacer nuestro hogar más acogedor. El crepitar del fuego y la luz de las llamas nos brindan confort y crean una atmósfera de bienestar en la estancia. Sin embargo, el agradable encanto de la lumbre se esfuma con rapidez cuando empiezan a sentirse los efectos negativos en el cuerpo. Esto ocurre cuando se enciende fuego y no se procura la correcta humedad de aire en la vivienda. El aire seco dificulta la respiración, ya que el oxígeno sólo puede acceder con facilidad al sistema circulatorio a través de la humedad. La piel necesita una elevada humedad del aire para no deshidratarse. Y las mucosas son especialmente propensas a la deshidratación, ya que su protección contra la evaporación es mínima, y requieren una humedad elevada para mantener sus funciones. Cuando las mucosas nasales se secan, pueden darse hemorragias. En general, la inmunidad de la piel se debilita, por lo que aumenta el riesgo de contraer un resfriado. Un aire ambiente demasiado seco provoca a menudo irritaciones o incluso infecciones de la piel.
Agua para mejorar la protección
Para conseguir un buen clima en nuestro hogar, la temperatura y la humedad relativa del aire deben ser las adecuadas. La temperatura más agradable depende de cada uno. Algunos prefieren un ambiente bien caldeado, mientras que otros se sienten a gusto a temperaturas por debajo de 20 grados Celsius. Lo importante es que la humedad del aire se encuentre entre el 40 y el 70 por ciento como máximo. La humedad del aire no debe ser más alta bajo ningún concepto, ya que podría aparecer moho en los rincones. Puesto que una estufa de leña siempre da lugar a un aire ambiente muy seco, debería colocar siempre un cuenco con agua sobre o junto a la estufa. Al evaporarse, proporcionará humedad al aire ambiente. Esto no sólo es beneficioso para las vías respiratorias y las mucosas, sino también para su bolsillo: cuanto mayor es la humedad del aire en una habitación, más sentimos el calor. Por lo tanto, un aire más húmedo ayuda a ahorrar costes de calefacción.
Cuidado también desde dentro
Un consejo: Si usa un higrómetro tendrá los valores de humedad siempre a la vista. Aparte de la humidificación del aire ambiente seco, la deshidratación de la piel y las mucosas también debe combatirse desde dentro: bebiendo mucha agua. Sus células se lo agradecerán. Para abastecer su cuerpo de agua de manera saludable, recomendamos disfrutar del agua especialmente fresca y pura que le ofrece SecoSan. Para ello sólo tiene que llenar un recipiente con agua del grifo y añadir un cartucho de SecoSan. Éste mantiene el agua fresca y pura durante mucho tiempo, impidiendo la formación de gérmenes gracias al principio de los iones de plata. Así podrá disfrutar de las tardes frente a la lumbre con mayor tranquilidad.
Compre cómodamente en la tienda online
El cartucho SecoSan se fabrica en diferentes tamaños. Para el consumo doméstico recomendamos los tamaños 1,2 y 10. De este modo puede mantener de 0,7 a diez litros de agua pura y limpia durante mucho tiempo. Puede adquirir cómodamente el cartucho SecoSan en la tienda online de Trotec. Eche un vistazo y aproveche las increíbles ofertas de ahorro.