Alemania es un país en el que se disfruta de beber café: un ciudadano alemán bebe alrededor de 162 litros de media al año. Sin embargo, hoy en día se presta más atención a la higiene de la máquina de café o de monodosis que a disfrutar del café. Los científicos han descubierto que en los posos del café y en las cápsulas y monodosis usadas se encuentran gérmenes, incluidas esporas de moho, que llegan al café. Es la hora de los consejos sobre higiene de los microbiólogos de alimentos y los expertos de las asociaciones profesionales.
La noticia alarmante: los posos de café húmedos favorecen el crecimiento de hongos. Si se deja una monodosis utilizada en la máquina durante varios días, en el siguiente uso pueden surgir hongos en el depósito de las monodosis que lleguen al café. Se crean las llamadas micotoxinas, sustancias venenosas estables al calor que ni se ven ni se saborean.
También el depósito de agua y los tubos de plástico son verdaderos nidos de bacterias si no se limpian bien, ya que allí habitan bacterias en forma de biopelículas. También se depositan acumulaciones de tipo mucoso que deben eliminarse concienzudamente. Muchas máquinas de café disponen de programas de autolimpieza, pero todas las partes extraíbles deberían limpiarse regularmente a mano o en el lavavajillas. Sobre todo se deben inspeccionar y limpiar los lugares en los que hay más calor y humedad.
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Sistema de preparación
En máquinas con unidades de preparación extraíbles basta con aclarar estas partes una vez por semana a mano y sin detergente. Importante: dejar secar el sistema de preparación por completo antes de volverlo a instalar en la máquina. Si el filtro está obstruido, intente liberar los orificios con un pincel.
¿El sistema de preparación no es desmontable? Generalmente, se construye así para que los posos de café no puedan salir y se minimice el riesgo de moho. En este caso, el programa de limpieza del fabricante es suficiente, ya que normalmente trabaja con agua caliente a 70 grados. Se muestra normalmente en la pantalla cuando es necesario realizar una limpieza.
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Recipiente de recogida
Los posos de café se recogen en el depósito tras la preparación y este debería vaciarse, limpiarse y secarse diariamente. De igual manera, la bandeja de goteo bajo la salida del café debería limpiarse a menudo, a poder ser en el lavavajillas.
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Espumador de leche
Por higiene se debe lavar cada día el espumador de leche con agua caliente. Es imprescindible asegurarse de que no queden restos de leche que puedan secarse, lo cual sería perfecto para los gérmenes.
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Dosificador de agua
El dosificador de agua también tiene que vaciarse, limpiarse con detergente y estropajo, y secarse bien a diario. Puesto que el agua no debe permanecer mucho tiempo en el dosificador, se recomienda cambiarla después de cuatro horas. De ningún modo debe quedarse allí durante varios días. Única excepción: si usa cartuchos filtrantes SecoSan, puede utilizar el agua durante días sin tener que preocuparse: los iones de plata de los cartuchos neutralizan las bacterias y los gérmenes del agua al instante.
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Descalcificador
Es importante descalcificar la máquina de café regularmente, en especial con aguas duras. Las bacterias se pueden adherir mejor en los restos de cal más rugosos que en las superficies lisas.
SecoSan: agua limpia para un placer lleno de aroma
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