Las fuentes potenciales de partículas en suspensión y las emisiones de CO2 influyen negativamente en el ambiente y el estado de ánimo. A ello contribuyen acciones aparentemente «normales» como cocinar y pasar el aspirador, así como el humo del tabaco y las velas, o el humo de los hornos o chimeneas. Esto se debe a que una concentración elevada de partículas en suspensión y CO2 en el aire ambiente es responsable de problemas de concentración y de sueño, así como reacciones alérgicas. Los llamados semáforos de CO2 y otros aparatos de medición semejantes se emplean en la pandemia actual para minimizar el riesgo de infección por medio de una ventilación adecuada. El monitor de calidad del aire BQ30 de Trotec determina, además de la carga de CO2 en el momento, también la carga de partículas en suspensión y polen, así como datos sobre el clima imperante en la habitación: de un vistazo, muestra cómo está la calidad del aire ambiente.
El monitor de calidad del aire BQ30 no debería faltar en ningún aula, sala de espera, sala de reuniones u oficina grande, pues esta estación de medición medioambiental le muestra de un vistazo 5 valores importantes para un buen aire ambiente: junto con la carga de CO2 y los datos climáticos de temperatura y humedad relativa, también se le indica la carga de partículas en suspensión de tamaños PM2,5 o PM10.
De forma fiable y precisa, el compacto monitor de calidad del aire a largo plazo BQ30 le permite detectar tanto la carga de CO2 como las concentraciones críticas de partículas en suspensión en el aire. De este modo, el aparato determina la carga de partículas en suspensión para partículas de un tamaño de PM2,5 (por ejemplo, partículas respirables, aerosoles y otras diminutas partículas flotantes) o PM10 (polen, partículas de polvo procedentes del tráfico, etc.). El práctico y completo aparato de medición obtiene además tanto la temperatura del aire como la humedad del aire. ¡Y todo de un vistazo!
La carga de CO2 es un indicador importante para las medidas de ventilación, y los tamaños de las partículas en suspensión determinadas no solo incluyen las partículas finas (por ejemplo, las procedentes del tráfico), sino también el polen algo que, por ejemplo, puede ser de relevancia para los alérgicos.
De un vistazo: así funciona la función de semáforo del BQ30
- En la gran pantalla LCD a color de 3″ del BQ30 se pueden leer simultáneamente la concentración de la masa de partículas en el aire, el contenido de CO2, la temperatura ambiente y la humedad relativa, así como la fecha, la hora del momento y la cantidad de batería. Un indicador a color en forma de gráfico de barras indica asimismo de un vistazo si la carga de partículas se encuentra dentro de la «zona verde».
- En las gradaciones amarillas, el monitor de calidad del aire BQ30 señaliza visualmente que los valores medidos de partículas PM10/PM2,5 se encuentran dentro de la zona «normal». En caso de una indicación roja existe al menos una carga «media». En función de los valores límite predeterminados también pueden ajustarse valores umbral personalizados.
- Si el color de la indicación en la pantalla cambia a un color violeta o bien morado, los valores límite predefinidos de cantidad de partículas se han sobrepasado considerablemente. Para mejorar a corto plazo una calidad del aire deficiente se debería, por ejemplo, ventilar de forma apropiada. Los valores del contenido de CO2 del aire se representan por separado en la gradación por colores correspondiente.
BQ30: monitorización del CO2 para la obtención de recomendaciones de ventilación
En espacios con un elevado número de personas, los semáforos de CO2 pueden emplearse como orientación general en lo que respecta a un mal o buen aire ambiente, pues el dióxido de carbono (CO2) es un indicador seguro para hacer un cambio de aire. Una concentración de CO2 de hasta 1.000 ppm puede encontrarse en condiciones normales con una tasa de cambio de aire higiénica suficiente. Ya a partir de un valor de CO2 de solo 1.500 disminuye de forma perceptible la capacidad de concentración y pueden aparecer dolores de cabeza, así como cansancio, que puede llevar incluso a la somnolencia. En caso de valores por encima de 1.000 ppm, el espacio debería ventilarse de modo que los valores vuelvan a encontrarse en el rango de 400-5000 ppm. Los semáforos de CO2
pueden proporcionar de este modo una indicación sobre la necesidad de ventilar: si hacerlo, cuándo hacerlo y, sobre todo, durante cuánto tiempo. No obstante, la instalación de sensores de CO2 no quiere decir
que una concentración de CO2 por debajo de 1.000 ppm proteja fundamentalmente frente a una infección por SARS-CoV-2. No existe una correlación entre la concentración de CO2 y la carga vírica.
Por el contrario, sin embargo, una concentración de CO2 muy superiores o permanente por encima de 1.000 ppm en escuelas, oficinas y hogares apuntan a una ventilación insuficiente con
un riesgo de infección potencialmente superior. Esto no se aplica únicamente para cuando se ventila por la ventana, sino también cuando se usan aires acondicionados. Además de los valores de CO2 y la carga de partículas en suspensión, también es importante, desde un punto de vista higiénico e independientemente del SARS-CoV-2, una humedad del aire relativa entre el 40 y el 60 %. Esto es así, por una parte, para evitar que se sequen las mucosas como sucede con humedades relativas por debajo del 30 % y, por otra, para evitar la formación de moho que puede darse con valores superiores al 60 %. Toda esta información está disponible de un solo vistazo en el monitor de aire ambiente BQ30.
Gracias a la función de semáforo puede asimismo ver si hay suficiente aire fresco en el espacio e incluso cómo de limpio está. El BQ30 es por tanto un indicador importante para las medidas de ventilación necesarias y, además, de gran ayuda para el control de la calidad de aire para los alérgicos. Así puede mejorar el clima de la habitación según sea necesario mediante la entrada de aire o la aplicación efectiva de purificadores de aire, humidificadores de aire o deshumidificadores.
- Alivio y apoyo
Con el BQ30, ya no deberá pensar constantemente en cuándo debería volver a ventilar. Así puede concentrarse mejor en la clase o en su trabajo.
- Mejor protección frente a la infección
Al ventilar en el momento adecuado evita una carga de partículas de aerosoles elevada en el aire ambiente.
- Mantenimiento del rendimiento
Está constantemente al corriente de la cantidad de CO2, las partículas en suspensión y la carga de partículas de polen y, de este modo, puede ventilar el espacio para contrarrestar el cansancio, la tos seca o las reacciones alérgicas.
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Además del BQ30, en la gama de productos TROTEC, encontrará otros medidores de la calidad del aire profesionales como el BQ20, el PC200 o el PC220 que pueden emplearse, además de para el control de la calidad del aire, por ejemplo para la prueba de sistemas de filtrado.