La demanda de purificadores de aire es tan alta como nunca antes. Filtran el polvo de casa, el polen, las esporas de moho y las bacterias del aire ambiente. Pero en los tiempos del coronavirus muchos de estos dispositivos se anuncian también como armas infalibles contra dicho virus. O se promocionan potencias de aire que solo se pueden conseguir sin ningún filtro. Por eso, a continuación le ofrecemos una visión general de qué debe tener en cuenta a la hora de comprar un purificador de aire.
Un aire respirable limpio fomenta el bienestar
Para los alérgicos, los asmáticos y aquellas personas que viven en zonas con una elevada concentración de partículas finas, un purificador de aire clásico para el uso doméstico es a menudo la primera elección. Estos dispositivos filtran el polen, las esporas de moho, las partículas finas, el polvo de casa y las bacterias del aire respirable. Los dispositivos de diseño como los purificadores de aire AirgoClean 10 E, AirgoClean 15 E, AirgoClean 105 S y AirgoClean 205 S logran un ambiente de aire limpio en la oficina o en casa y, de este modo, favorecen el rendimiento. Las sustancias nocivas y los alérgenos patógenos se filtran del aire ambiente de tal modo que solo el aire más limpio y sano se devuelve a la habitación y se respira.
¿Pero qué pasa con los virus?
Para filtrar también los virus del aire ambiente de forma rápida y fiable, es absolutamente imprescindible tener un purificador de aire con filtro HEPA (High Efficient Particulate Air) integrado. Porque, mientras que la mayoría de las bacterias tienen un diámetro de aproximadamente entre 0,6 y 1,0 micras (µm), los virus son hasta cien veces más pequeños. Por ejemplo, el SARS-CoV-2 coronavirus tiene un tamaño de tan solo 0,06 – 0,14 micras aproximadamente.
¡Cuidado con HEPA! No todos los HEPA son iguales
Por lo tanto, si se trata de la mejor protección posible contra los virus transportados por el aire, solamente los dispositivos con filtro HEPA de la clase de filtro H14 ofrecen la mayor eficiencia de filtrado. Porque solo los filtros con la clase de filtro H14 filtran incluso los aerosoles infecciosos más pequeños del aire ambiente de forma fiable. Muchos fabricantes publicitan sus dispositivos como purificadores de aire HEPA, pero ocultan la clase de filtro que, en la mayoría de los casos, solo es H10, H11 o H13.
El nuevo referente en el filtrado HEPA: filtro HEPA resistente al calor (H14)
Por otra parte, otros purificadores de aire como el purificador de aire de alta frecuencia TAC V+ superan los requisitos de la clase de filtro H14 y van incluso un paso más allá con el nuevo filtro HEPA H14 resistente al calor. Estos purificadores de aire disponen de una función de autolimpieza térmica del filtro HEPA.
O explicado de forma más sencilla: el aire ambiente no solo quedará libre de virus en suspensión. Además de esto, los virus filtrados se eliminan (o, utilizando la denominación correcta, se desactivan) a través del tratamiento de calor del purificador de aire. Este proceso no es un desconocido para la tecnología médica. Los hospitales y los dentistas utilizan la descontaminación térmica por ejemplo para la esterilización de dispositivos médicos.
Pero incluso el mejor filtro HEPA no es garantía de un aire respirable libre de virus. La potencia de aire del purificador de aire es igual de determinante que el rendimiento de filtrado. Porque, ¿de qué sirve el mejor filtro de virus si el aire ambiente infeccioso no llega al dispositivo lo más rápido posible para ser limpiado?
Potencia de aire máxima: no caiga en la trampa de la interpretación
Debería saber esto: la potencia de aire de muchos purificadores de aire se indica en la publicidad como «de soplado libre» o con la «máxima potencia de aire». Esta potencia de aire, sin embargo, solo describe la potencia máxima de aire del ventilador, sin cada filtro. Por ello, esta indicación de potencia, por mucho que sea técnicamente correcta, puede también conducir a error. La «auténtica» potencia de aire es decisiva, incluidos todos los filtros utilizados.
Por ejemplo: los purificadores de aire con una potencia de aire «de soplado libre» de 500 m³/hora filtran con un filtro de partículas en suspensión H13 solamente 120 m³/hora y con un filtro H14 incluso solamente 100 m³/hora.
Además, muchos modelos hacen creer al usuario que conservan toda la potencia de filtro HEPA en el nivel máximo de potencia de aire, aunque esta solo se puede conservar hasta el 50 % de la potencia de aire máxima. Más allá de estos volúmenes de aire, el rendimiento de filtrado H13 disminuye a, por ejemplo, solo H11. Siempre se deben adjuntar certificados individualmente a los respectivos filtros y también se debe prestar atención a la letra pequeñas de las instrucciones de uso. Lo mismo se aplica a los llamados filtros electrostáticos, que en general no son en absoluto adecuados para la separación de virus.
Cuanto mayor sea el régimen de cambio del aire, más rápidamente quedará el aire libre de aerosoles y virus
Para conseguir una limpieza del aire efectiva, se debe hacer circular y filtrar todo el aire ambiente en el menor tiempo posible. Por lo tanto, un purificador de aire debe disponer de una potencia de aire tan elevada como sea posible y lo suficientemente dimensionada en su rendimiento de filtrado máximo. Cuantas más veces por hora sea aspirado el aire ambiente por el purificador de aire y se libre de virus y bacterias, más limpio será el aire respirable. Y más bajo se hace el riesgo de infectarse por nubes de aerosoles. ¡Y el aire se vuelve más fino! La potencia de aire de los purificadores de aire compactos permite generalmente cambiar el aire solo una o hasta dos veces por hora en habitaciones pequeñas. Pero en una habitación con varias personas esto no es suficiente ni mucho menos para protegerse de forma efectiva frente a la respiración de aerosoles infecciosos.
Los aerosoles, como potenciales portadores de virus, son la auténtica fuente de peligro
Los virus se transmiten por las llamadas gotículas de aerosoles (diminutas partículas de agua mezcladas con aire), que se expulsan al aire al respirar, hablar o también al toser y estornudar. A veces vuelan durante horas de forma invisible en el aire ambiente y se respiran de forma inconsciente. Si queremos proteger a nuestros trabajadores y a nosotros mismos frente a la respiración de estas partículas en suspensión potencialmente infecciosas, por ejemplo en la oficina o en un restaurante, estos aerosoles se deben filtrar del aire con la mayor velocidad posible y de forma constante, ya que se expulsan al aire ambiente de forma continua al respirar y hablar.
Purificación del aire de alta frecuencia: el nuevo referente en la purificación de aire móvil
Se puede conseguir una protección básica frente a la inhalación de aerosoles infecciosos a partir de 5 cambios de aire por hora. Por el contrario, para una protección óptima frente a los virus transportados por el aire en espacios muy frecuentados se recomiendan entre 10 y 20 cambios de aire por hora, como marca el estándar por ejemplo en hospitales y quirófanos.
Demasiado para la mayoría de dispositivos de purificación de aire del mercado. Pero esto es pan comido para el purificador de aire TAC V+. Con una potencia de aire HEPA H14 certificada de más de 1.200 m³/h (TAC V+), estos purificadores de aire de alta frecuencia permiten un régimen de cambio del aire aún superior y, con ello, una protección aún más efectiva.
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